viernes, 22 de octubre de 2010

Discurseros y bocazas...


Podría empezar el nuevo post diciendo aquello de “nueva estaba muerta, estaba de parranda” pero para hacer justicia con la realidad, y aunque hubo un poco de parranda en mi ausencia, también me han dejado fuera de combate los primeros estornudos y toses del otoño. 

La noticia estrella de la semana es el  nuevo cambio de gobierno, el cual llena portadas, acapara titulares y fotografías. Unos lloran y otros  ríen, según van o vienen, hay trasiego de carteras, a algunos hasta les han tocado dos y por el precio de una, no sé di darán abasto, ministerios que se esfuman y predominio de la corbata sobre la falda y con ello adiós a las portadas del Vogue. Y todos como soldados al son de ¡Oh ZP, mi ZP! 

Hoy en la primera foto de los nuevos entrando al Consejo de Ministros predomina el luto, los he visto a todos muy de oscuro, espero que sea por aparentar seriedad, porque mal empezamos si ya el primer día nos abandera el negro. Yo creo que deberían tomar nota de  Rosa Aguilar, quien ha puesto color a la fotografía, porque para los nubarrones no lo duden, ya habrá tiempo. 

Entre los nuevos nombramientos me quedo con dos. El primero con Valeriano, las primeras palabras que oí sobre él fueron de Corbacho, que lo calaficó de  “tio majo” miren que bien pensé, ahora sí que estamos de suerte, aunque luego recapacité y pensé  en decirle al ex de trabajo, que majo tiene que ser el tío que me pone las cañas, y no siempre, pero que cuando hable de un ministro, por dios, aluda a su preparación, a su empeño o lo que sea, que mienta un poco si hace falta, pero que no deje al nuevo con la etiqueta de “soy el majete de trabajo”. Además al pobre le va a tocar bailar con la más fea,  con esa interminable  conga de parados, ahí es nada. También  me mata la curiosidad de cómo va a hacer quien se manifestó contra la reforma de la ley del mercado laboral para implementarla ahora. ¡Que intriga! Me temo que tocará replegar la pancarta.

Y la segunda estrella del nuevo grupo de ministros es sin duda Pajín.  Socióloga por deformación y política de formación. Me imagino que tras convertirse en la reina del Twitter tras su nombramiento, ya se haya arrancado la power balance de la muñeca, pero además nuestra dicha es múltiple porque entre las secretarias y secretarios de estado, como ella diría, está Aído. Las dos con un bagaje intenso en el mundo profesional y con una experiencia de vida ríquisima fuera de su partido político. Ya lo leí en algún sitio, “Pajín una mujer de su tiempo”. Vayan preparando vitaminas y vacunas porque nos van a hacer falta.

Con este nuevo gobierno, lleno de “políticos” vamos a salir a más de un mitin diario, que sólo de pensarlo me da pereza, pero eso debe de ser lo que funciona, porque ya oyeron a los del PP cuando se les  escapó aquello de “tiene mayor proyección pública”, ósea que serán unos radio macutos repitiendo hasta la sociedad lo malos que son unos y lo buenos que son los otros. Me lo veo venir.

Presumo que en este  batallón de soldados, en los que algunos como Rubalcaba, ya están de vuelta, habrá dos que harán méritos para ascender a corneta de aquí a 2012, me refiero a Pajín y a Blanco, aunque no necesariamente por este orden. A ambos les sale a menudo esa sonrisa bobalicona que interpreto como “mira dónde hemos llegado”, vamos que el señor Marcelino Iglesias debería de estar frotándose las manos, porque de secretario de organización a ministro hay un paso, sino fuera por esas elecciones que le pillan por el camino.

Y ya por último y cambiando de tercio, una de declaraciones varias. Ayer fue el alcalde de Valladolid al que se le calentó la boca delante del micrófono de onda cero y soltó, refiriéndose a Pajín, "cada vez que le veo la cara y esos morritos pienso lo mismo". Lo de este hombre es de juzgado de guardia y de línea erótica barata. Me imagino la cara de “quiero matar a este tío” que pondrían Cospedal y Rajoy al escucharlo. Y otro que está peleando con el edil pucelano por el gallifante de la semana es el señor Camps que se ha lucido hoy, cuando ni corto ni perezoso se ha referido al socialista Luna como “hijo de la oscuridad”.  Adjetivo que está muy bien si te dedicas a los juegos de rol y se lo llamas al contrincante procedente del  reino de Arranquis u otro reino limítrofe, pero que para decirlo en un parlamento regional suena raro, no me digan ustedes que no. Creo que los cargos del PP han cumplido con creces las salidas de tono delante del micrófono por esta semana, así que yo les aconsejaría descansar hasta el lunes por lo menos.

Ante tanto comentario sesudo y con la colección de nuevos ministros para el otoño-invierno 2010-2011 acomodados en sus sillones, me despido con un ¡que la fuerza nos acompañe! A lo Star Treck, y de mi cosecha añado, ¡que falta nos va a hacer!


Eva



2 comentarios:

  1. Rubalcaba, méritos aparte, tiene unos cuantos desméritos. Bueno, y ahora tiene muchísimo poder. Antes tenía mucho. Que 15 años después el mismo actor interprete la que puede ser la misma función -esta vez afortunadamente sin GAL- no deja de poner al país en la imagen de sí mismo, que es el estancamiento o no avance o, peor, el retroceso. Lo de Trinidad es un premio de consolación. Lo de Valeriano un gesto a los sindicatos; parece que viene de ahí. Lo de Jaúregui un "ya era hora", que habría dicho él. Lo de Pajín ni lo sé (alcalde de Valladolid aparte). Ibarra dijo una vez -cuando se hablaba de renovación en el partido- que a él le parecía muy bien, pero que dieran un paso al frente los que tuvieran cinco años cotizados en Seguridad Social fuera de la política. Ni uno pudo darlo, empezando por el presidente, claro. Y lo de Rosa Aguilar ya veremos qué es. De momento un caramelo dulce, pero a lo mejor por dentro termina sabiendo algo amargo.
    En fin, un frasquito de Prozac.

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  2. Ya ves Groucho, no me he podido resistir a la noticia estrella, interesante lo de Ibarra, no lo sabía. Veremos cuales son las consecuencias de este trajín ministerial.

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